miércoles, 24 de octubre de 2007

Carta de despedida


Hey chico:

Hola de nuevo, de ayer-siempre-nunca. Resumamos: años maravillosos con vos terminaron siendo menos significativos de lo presupuesto, fueron las velas de los cumpleaños que terminaron derritiéndose, y subsisten en plasta de cera-sacarosa pegadas al piso, terminan mancha sobre la que pasa uno sin reparar en quitarla o decir, "mirá , te acuerdas de esa mancha?, antes fue tu primer beso".

Sin resentimientos, ¿Está bien?. Yo hice lo que a menester se requería, anda, sabés que te esperan cosas más convenientes, que igual te darán lo que yo no te proveí o terminará arrancándote el aliento, a mi ya no me importará por mucho, quien importa es vos, siempre será lo mismo.

Fue agradable mientras duró, pero seamos francos, no era para siempre. Si querés pon la vieja cinta con la música que más me gusta, dame las primeras e inocentes cartas que escribiste, las colocaré en el sitio en donde menos la encuentres, o no lo harás con frecuencia. Dejame el prendedor, el encendedor, las piedritas de fantasía, las últimas fotos, el cenicero de mi boda y la risa de mis chicas, todas en melodía estridente.

Puedes quedarte con algunas de "mi primera vez"; en la cama, con la navaja en el pecho, engañar a la mina, que no te amo de verdad, con la televisión sin apagar durante días, el libro roto, que te he humillado, que dejé la dignidad, que fuiste feliz. Ya antes discutimos el reparto de memorias, estamos tablas, aunque no de acuerdo con que te quedes con mi Aleph, aunque sea falso, es verdad que no lo necesito, pero sé que no lo sabrás usar.

Ya lloraste lo suficiente, ya reíste. Qué más querés? Quien se va soy yo, desapareceré del mapa del Universo y estaré en Ningún lugar haciendo Nada, con Nadie y así no se sabrá si seré. El ciclo es un círculo, pero la peculiaridad del yo es que no me repito en la curva, soy la línea que queda y se sobrescribe. Nunca volveremos a ser los mismos, aunque seamos uno.

Debes madurar y hacer lo que yo no te recomendaría. No lo sé, vuelvete hippie o consigue un auto y una novia sin temática del mes, ve las luces por la calle y ríete de los programas que insultan nuestro intelecto, pero nunca dejes otra vez tus memorias en la calle, ahí se las lleva el camión de la basura los martes por la noche y los jueves si es desecho orgánico. Belight. Pero ya no me hagas caso, sé que ya no lo harás, solo soy la vieja voz de tu conciencia...

Escribiendo es como digo adiós, porque fue divertido este capítulo lleno de la juventud que soy yo, de la inédita-sensualidad que fue el mundo y tus chicas y los vicios que te lego, que me encantan porque son escenas de western en final hacia el Sol del crepúsculo, noches con guitarras y humo azul que (el ave que canta y nunca lograrás acallar), adiós porque sus ciclos tiene el círculo de la existencia y yo ya fui. Fin de Temporada, ahí viene otro que estará contigo y que saludarás mañana que te veas al espejo cuando recuerdes la hora de entrada al trabajo y el sueño que últimas noches me ha dado por repetirte hasta el hastío. Él vendrá, te cambiará el rostro y luego se marchará como lo he hecho yo y otros cuatro fantasmas antes de mí. Me encantó hacerte crecer y verte caer, miles de veces, pero este juego ya no es para mí. Te haces más aburrido porque así te hice. Porque era mi deber. Ahora que miras el reloj y suspiras, es mi señal.



Beck.

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