domingo, 10 de junio de 2007

Chapter : Inside Out. (Diálogo Suicida V)


Es una mentira. En el mismo instante en que pasaste por el umbral de la puerta, te has dado cuenta de que le quieres haces creer una gran mentira; no es que ella, misteriosa irreverencia, no te interese. Ocultas que lo encontrado en el sueño es más de lo que tu creíste imaginar, ese instante de armonía no lo has creado tú, algo Perverso lo ha puesto al alcance de tu vista... demasiado importante para tí, demasiado bueno para ser verdad. Tienes miedo/¿Es algo, lo que sea, demasiado bueno para ser verdad?/ Y solo mientes, guardando un silencio sepulcral; un muerto no podría hacerlo mejor.


Recuerdas, inevitablemente, el fatídico hecho de la inexorable soledad que sentirías si no estuviera ella cerca de aquí, a pesar de que existe una multitud dándote la mano: No te interesa nadie más, que la musa que se lleva tus horas, que secuestró desde hace mucho tu pensamiento, alma y sorprendido corazón.




Sigues sin cerrar la puerta hacia el abismo, y enfrente de tí, la chica espera tus palabras, captarlas un par de segundos y luego esperar a que se las lleve el viento. Sabe que oirte mentir es no verte hablar, porque los sonidos que has ensayado para ese momento tan sublime, son parte de la sinfonía del destino de tu existencia. Verdad pura, la verdad sobre ella aunque ya la sepa.




Y se asoma a tus ojos, tu no los niegas, pero tampoco cedes por completo cuando por un terrible prejuicio, recurres al odio que tienes en tu misma contra, el que te manipula y obliga a alejarla cuando percibes su multicolor aura. Ese odio, que te hace guardar silencio, ese que te obliga a mentir, te hace guardar silencio... es asesino.


Una vez ya te ha vencido y cediste a sus intenciones sinceras, en una tarde cuando dejaste que la sensación te guiara a ese bosque, donde encontraste tu fin temporalmente, el propósito antinatural y aniquilaste tu potencial pasado y futuro y, por casualidad, fuiste devuelto al mundo de cielos vainilla donde vivías, por los fantasmas menos esperados /¿Quién cortó el hilo?/, justo cuando tu odio te amaba ya. (No debiéron de haberlo hecho... /¡Gracias por hacerlo!). Y desde entonces el odio es el Demonio que te ha atado para que no intentes volver a comenzar una Revolución de la Mente...


Esta ahí afuera, al toque de tus manos, la Diosa Blanca. Pero adentro el Demonio te ha congelado el ánimo del espíritu que deviese ser desvocado, el que avanzaría con ella, tu luz en la noche sin estrellas, hacia el extremo más alejado en la Vía Lactea...
O. k, no hay más. Das un par de pasos hacia atrás, a la gravedad del abismo de donde venías y caes, adiós, porque todo se oscureció.

-Un piano, necesito un piano... -

Y de repente tu con la dama son puestos en un piano largo, dices - Por favor querida, sólo toquemos jazz , ¿quieres? No sabes cuánto lo necesito-.
Son días largos sin saber de tí.

1 comentario:

r_e_f dijo...

Beck, te invito a jugar un jueguito, en mi blog estan las reglas. Nos vemos!