miércoles, 18 de abril de 2007

Semana laboral en la vida del Universo

...Es normal verte en el espejo (el espejo te ve a tí?), cuando te levantas o cuando en busqueda del camino a tu labor observas el fugaz reflejo de tu rostro en algun sitio inocente. Qué es lo que percibes?.. Solo abres la puerta más cercana que da a ese sendero que ya conoces (si, es normal...)

Llegaste temprano, hay mucho que hacer... Ya tomaste tu café? Lo necesitarás, supongo que si, el trabajo que tienes no es sencillo. Estas cansado de todo este asunto que te tiene molido desde hace una eternidad, atendiendo llamados, firmando solicitudes, ingeniando planes, el stress es cotidianamente insufrible. No hay tiempo para tí, los domingos solo descansan los ingenuos... tú no lo crees ser, pero te estás empezando a sentir estúpido obligandote a crear algo que nadie realmente tomará en serio durante mucho tiempo. Vale la pena el esfuerzo? Luego lo recuerdas, sí... debe valerla.

Te divides en tus labores, estás eufórico en tus horas de oficina (café, más café, más..) eres el único en esa lugubre oficina con apenas un destello de luz que deja ver lo suficiente para que te sientas cómodo. Te has encerrado. Los días pasan en medio y tu ritmo no decae, eres una máquina perfecta (firmo, planeo, traspaso, copio, borro, sumo, divido...) Las colillas de cigarro empiezan a sobrar en el piso... en fortuitas oportunidades, paras, esperas un tiempo corto y luego sigues, pero tu mente nunca para de posarse sobre tu objetivo (niebla de guerra...). Tu camisa está manchada de tinta y ceniza, tu corbata huele a humo y al inseparable café de cada que te sientes decaer tan siquiera en un parpadeo indebido. Tu saco está inerte en un sillón en algún lugar de la sala... impecable desde el mismo momento en que lo dejaste extendido ahí, en sus bolsillos ya no hay más que polvo de lo que alguna vez en el día en que entraste a trabajar, fueron tus recuerdos... workoholic.

Si pararas un segundo verías tu propia desesperación por exterminarte, pero no es así y nunca lo ha sido ni será, es sumamente entretenido. Crees que hay cosas más importantes que atender además de tu ser (divertido), pero en tu mente esta la hipocrecía latente; sabes que todo lo que haces en esa oficina es un enorme altar a tu ego, la vanagloria de tus actos... no lo soportas más, haces la última llamada al lugar indicado y luego te desplomas en el sillón...Despiertas en un lugar que no conoces y te preguntas si esto es normal, hay calma... (es normal? pero yo, pero yo, pero yo!) Es normal verte en el espejo (el espejo te ve a tí?), cuando te levantas o cuando en búsqueda del camino a tu labor observas el fugaz reflejo de tu rostro en algun sitio inocente. Qué es lo que percibes?.. Solo abres la puerta más cercana que da a ese sendero que ya conoces (si, es normal...)

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